domingo, 3 de enero de 2010
Cumpleaños feliz
Sucedió hace 3 años. Estaba yo de novio con Raquel. Hacía unos 8 o 9 meses que estábamos juntos. Aunque sin duda ella hubiera podido decirlo con precisión, en general nosotros no somos muy cuidadosos con esos temas, como plazos de relación, fechas, etc.
En esos 8 meses llegué a conocer a parte de su familia, su hermano, su madre, a su padre no hubo oportunidad de conocerlo pues viajaba mucho por trabajo, sus primos y primas y hasta algunos amigos y amigas.
Así, hubo salidas en las que íbamos en grupo, con los primos y primas, o con el grupo de amigas y novios, con alguna amiga, con las primas, etc. Claro que las hubo más en las que salíamos solos.
Raquel es una mujer muy guapa, y con muy buena figura. Es alta, delgada sin ser escuálida, tenía un cabello oscuro y ondulado sin ser rizado, con ojos color verde oscuro y piel rosada. Tiene unos pechos hermosos. De esos que llaman la atención en mujeres delgadas, por ser grandes. Y unos pezones... Dios mío, tenía los mejores pezones que he visto. Perfectos en tamaño, color, y forma. Le decía siempre que parecían sacados de un biberón.
En cuanto al sexo, resultó ser de mente abierta, le gustaba probar cosas nuevas, posiciones, juegos, lugares... Algunas situaciones me resultaban tremendamente eróticas, otras brutalmente excitantes y las hubo que fueron inesperadamente desafiantes.
Al cabo de aproximadamente 6 meses de relación y habiendo ya conocido a todos los de su entorno que llegaría a conocer, tuvo lugar un cumpleaños al que estabamos desde luego invitados. Era el de una prima, y ahí estabamos nosotros, el resto de primos y primas, y algunos amigos y amigas que tenía en común con la prima del cumpleaños. Había también otras personas a las que al menos yo no conocía, pero que ella saludaba más o menos efusivamente y que tras hacerlo me dedicaba una introducción breve de esa persona. Nada interesante, la verdad.
Así pasó la noche, los primeros en abandonar la fiesta fueron los abuelos, tíos y padres, incluso los dueños de casa, que subieron las escaleras tras despedir al último compañero generacional. Así quedamos los de la generacion de la cumpleañera.
Raquel en un momento de la noche, tras haber bebido varios tragos, sin estar borracha sino alegre, me besó de forma intensa y sexual. No se trataba de un beso adecuado a un evento social, fue más bien un beso íntimo. Se lo respondí brevemente y me aparté. No queria "sufrir" una erección en público y sin duda pasaría si no me detenía, si no la detenía ahí mismo.
La fiesta avanzó, hubo gente que fue retirándose, y la música fue ganándole a las conversaciones animadas de los invitados que íbamos quedando. Yo mismo estaba preparado para irme, cuando al decirle a Raquel qué tal si nos íbamos me suelta que si no me molestaba, pensaba quedarse con unas amigas hasta el final para ayudarle a recoger. Lo cual no me hizo mucha gracia.
La gente se fue. Quedaron las colaboradoras que recogieron botellas, vasos, platos, servilletas usadas, restos de comida, barrieron migas, colillas de cigarros, más servilletas, un par de vasos rotos. Luego se fueron las colaboradoras y quedaron Raquel y su prima conversando animadamente en la cocina. Yo aburrido me sente en el sofa a mirar la TV.
Vino Raquel que se sentó a mi lado y mirando a la cocina y asegurandose que no estaba su prima a la vista me besó como antes, pero ahora la dejé. Luego de un momento así y con su mano entre mis piernas, consiguió mi erección.
Al escuchar los pasos de la prima viniendo de la cocina, tomé rapidamente un almohadón para cubrirme. Y Raquel con una sonrisa malvada me dijo si nos íbamos. Tuve que decir algo como para justificar que no iba a moverme de ahí de momento. Así que le pedí antes algo para tomar, de forma de ganar unos minutos.
La prima tomó del mueble bar una botella de ron y la acercó, se sentó en uno de los sillones dejándonos el sofá a nosotros. Bebió de la botella un traguito y me la pasó.
Yo había pedido bebida, así que tomé un poco y la devolví, pero Raquel la interceptó y tomó ella. Con un mismo movimiento, estiró el brazo para que su prima alcanzara la botella y se me subió encima y comenzó a besarme como antes.
Sólo pude decir "Mmm..mmm..mmm..." porque su lengua había invadido mi boca. Se movió ritmicamente sobre mi, y sin quitarme su lengua de la boca tironeó de una punta del almohadón que tenía entre ella y yo para sacarlo de enmedio. Una vez fuera el almohadón, ya pudo moverse y frotarse contra mi polla erecta bajo mi ropa.
Me excitaba mucho saber que su prima estaba ahí mismo, mirándonos y sin decirnos nada para que dejemos de darnos el lote. Así que tomé sus nalgas y profundicé sus movimientos impulsándola con mis manos y le lamí el cuello hasta el canalillo de su escote. Al llegarle hasta donde mi lengua topaba con su primer botón, se apartó un poco y se desabotonó dejando su sostén transparente al descubierto. Así que le lamí los pezones por encima de sus transparencias notando cómo empezaban a abultar debajo de la tela. Se los mordí en cuanto el relieve de su erección me lo permitió, y colé la lengua por detras de las tranparencias.
Tan excitado estaba que no le dije nada cuando me soltó el cinturón y colo su mano dentro de mi pantalón para acariciarme la punta de la polla. Un momento después escucho a su prima decir "Ay... chicos..." como en un suspiro.
Raquel se volteó a mirarla, yo lo único que veía eran los pechos de Raquel, a los que expuse bajándole el sostén. Sorprendida, le salio un "Uy!". Su prima le dijo "Déjalo...".
Me prendí a esos pezones perfectos. E hice lo que sabía que a Raquel volvía loca. Uno por uno, se los sostuve entre mis dientes, mientras que con la punta de mi lengua les acariciaba rapidamente la pequeña porcion que quedaba dentro de mi suave mordida.
Dejó de prestar atención a su prima y se volcó a mi. Me tomó por la nuca, hundió sus dedos en mi cabello, lo removió, y me atrajo hacia sus tetas mientras respiraba agitada.
Ya estaba claro que lo haríamos delante de la prima.
Le quité la camisa y el sostén, me quitó la camisa ella a mi, me aferré a sus tetas inmensas en su cuerpo delgado, levanté su falda dejando a la vista su culo con la tanga blanca y también me aferré a éstas.
De pronto se quitó de encima y se ubicó de rodillas en la tupida alfombra quedando entre mis piernas mientras me comenzo a bajar los pantalones. Sentí cómo se llevaba también mi ropa interior en los tironeos, así que colabore levantando el culo del sofa.
Ahí estaba, desnudo y erecto frente a su prima. Ella en tetas, se quito el resto de ropa, quedando desnuda como yo. Y su prima dijo "Ay! Chicos....". Cuando la miré vi que se acariciaba las tetas y su coño por encima de la ropa.
Raquel me la empezó a mamar. Me la tomó entre sus manos y con la punta de su lengua me acarició la cabeza. Me la lamía como a un helado, se la metía en la boca y chupaba, me recorría desde los huevos a la punta pasándome la lengua tibia, humeda y blandita, se la metía en la boca y daba rápidos cabezazos y volvía a empezar.
Su prima se levantó del sillón y se arrodilló junto a ella. Casi me corro solo cuando mientras Raquel me mamaba, su prima apoyo su mano en mi pierna. Me miró y parecia asustada, o avergonzada... la miró a Raquel y le dijo "Me dejas...?"
Raquel me miró un tanto sorprendida, pero debió adivinar por mi expresión cuánto quería yo que la dejase. Así que suavemente se hizo a un lado y su prima tomó su lugar. Mi polla creció un poco mas.
Suavemente me tomó por la polla, y mirándome comenzó a mover su mano arriba y abajo... controlando mi expresión para saber si lo que hacía era de mi agrado. Mi excitación era enorme.
Sacó lentamente su lengua y la apoyó en mi cabeza, la removió, la usó para recorrer la superficie inflada y roja, y dió unos toques sobre el frenillo lo que me puso más tope. Se zambulló a mi polla con la boca bien abierta y me la empezó a mamar furiosa. Soltando gemidos mientras subía y bajaba su cabeza follándome con su boca.
Raquel la miraba extasiada, sus pezones estaban puntiagudos. La tomé del brazo y la subí al sofa. La besé, le chupé las tetas, le metí un dedo en su coño mojadísimo y caliente. Y la hice treparse para que me pusiera el coño en la boca. Así se puso en pié sobre el sofá, se apoyó con las manos en la pared, flexionó las rodillas y movió su cadera hacia adelante ubicando su coño justo en mi boca abierta.
Los gemidos de su prima revelaron que mientras me la chupaba, se estaba masturbando.
Raquel movía su cadera ritmicamente follandome la boca. Con una mano tomándola por la nalga y con la otra mano en la cabeza de su prima, estuvimos unos minutos así...
Su prima comenzó a gemir más, más profundo, incluso con mi polla en su boca, sentí como su saliva caía por mi polla y me mojaba los huevos.
Raquel al escucharla también comenzó a gemir y a moverse más rápido en mi boca... y yo no iba a ser menos. Empecé a mover mi cadera para intensificar la mamada y a mover más rápido la lengua para lo mismo.
En cuanto escuchase a la pimera de ellas correrse, estaba seguro que la seguiría. Y no iba a avisarle a su prima que me iba a correr, que tuviese cuidado... eramos grandecitos ya y ella sabía lo que hacía.
Así que la primera en correrse fue su prima. Gimió ritmicamente, en cortos intervalos que se hacían cada vez más cortos, me apretó la polla con su mano y con su boca y sus gemidos hacían que cada tanto tuviese que abrirla para dejarlos escapar, pero sin retirar mi polla de su posición dentro de su boca. Luego la cerraba y seguía mamando y con sus gemidos apagados.
Y como dije, la seguí... Mientras sentía como me venía, Abrí bien la boca y le comí el coño entero a Raquel y con las dos manos tome la cabeza de su prima y la sostuve mientras comence a bombear mi orgasmo en su boca. Pero ella no hizo nada para retirarse, se quedo quietita recibiéndolo todo.
En la mitad de mi orgasmo, Raquel que nos había escuchado comenzó a correrse en mi boca. Y procedió de forma similar a mi, ya que me aferró la cabeza, me la hundió en su coño y comenzó a moverse y a frotarlo en mi boca que se lo comía.
Mientras sentía como me corría, sentía como escapaba de la boca de su prima, y me mojaba calidamente la polla y como el coño de Raquel latía en mi boca.
Ya empezando a relajarnos, Raquel se dejó caer en el sofa... y su prima más que otra cosa, cuidando su alfombra, me comenzó a limpiar con una servilleta para que lo que habia escapado de su boca no se escurriese y la manchase.
En silencio Raquel y yo nos vestimos. Y su prima se acomodó la braga y la falda.
Nos acompañó a la puerta, y cuando le daba un beso en la mejilla para despedirnos, le dije:
-Feliz cumpleaños... y que termines bien el día.
Y ella me dijo:
-Gracias, sobre todo por el regalito - mientras se pasabla la punta de la lengua por la comisura de los labios.
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